miércoles, 17 de octubre de 2012

Corazón libre corazón



Corazón libre corazón, dentro de un yunque de hormigón, que quiere gritar, que le gustaría abrir sus puertas, volar, soñar, sonreír, y que difícil decisión. Todo parece oscuro en esta habitación, ni un rayo de luz continuo alumbra sus ojos, llenos de lágrimas, en esa oscuridad que tanto le aterra, se encuentra sentado, esperando esa señal que le haga reaccionar.
¿Cuantos días más tendrá que esperar? Su agonía le está matando, sus latidos son cada vez más débiles, y en algunos momentos de su sufrimiento quisiera latir por última vez.
Mira a su alrededor y lo único que ve es oscuridad. Pero aun en la oscuridad, siente caricias de alguien que no sabe quién es, alguien le habla, y le dice que tome su mano, que no tenga miedo, le promete un mundo mejor fuera de su habitación. Un mundo lleno de sonrisas, una vida de verdad, ilusiones, sueños, promesas y todas por cumplir y realizar. Ya no cree en sus palabras, ya no cree en su latido, y eso le hunde todavía más, en su propia oscuridad.
Quisiera salir, correr, gritar que lo único que quiere es ser feliz, ver la luz y vivir, pero ese camino desapareció mucho tiempo atrás, cuando todos sus sueños se quedaron rotos en un baúl. Y sin saberlo, fue muriendo poco a poco, delante de todos aquellos que le prometieron felicidad, amor y comprensión. No supo frenar su dolor y lloró. 
Cuantas lágrimas resbalaron por sus mejillas soñando con una vida perfecta. Era tan fácil y la tuvo en sus manos, y escucho de lejos a lo que todos llamaban felicidad. Quiso luchar y luchar por algo que ya estaba perdido y que nunca más volvería a encontrar. Se canso de luchar, y con eso escribió su muerte en las paredes de su habitación.
Escribió como cada día que pasaba se sentía más débil, no quería seguir, tan solo quería finalizar algo que nunca empezó. Escribió sus sueños en un papel y lo quemó, para que nadie pudiera descubrir lo que había en su interior.
Nadie le comprendió cuando un día grito libertad, nadie escucho sus llantos que hacía en soledad. Pero ahora todos sientes como se apaga el corazón, sin comprender que es lo que pasó. Y solo él sabe lo que ocurrió, solo él siente su dolor.

Y ahora solo le queda llorar y gritar que un día tuvo sueños que se rompieron y que nunca más volverán. Hoy solo le queda volver a empezar, creer, y volver a soñar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario